Y SIN EMBARGO YO PUEDO

Cuando yo estudiaba de niño, nos hacían tests de inteligencia y, aunque ahora se consideraría improcedente, daban los resultados en público en clase, de manera que todos sabíamos quién era más listo  quién más torpe, y dónde fallaba cada uno, en comprensión, en memoria espacial, numérica, etc, etc. Decían que era para estimular a los menos espabilados; y en cierto modo casi lo conseguían porque cada año nos esforzábamos más en el test para evitar las burlas de los que lo habían sacado más brillantemente. Recuerdo aquellas listas interminables de cuadraditos que había que rellenar (no tachar) con lápiz blando que nos daban ellos, durante horas, durante días, era agotador. Recuerdo también el nombre de los test, eran Cospa. Después de un par de semanas nos daban los resultados, decían que el coeficiente intelectual (CI) puntuando sobre 150, variaba desde los imbéciles (juro que así mismo lo decían año tras año) con un CI de 50 o menos, hasta los superdotados con CI de 120 ó más . Luego cambiaron el baremo y puntuaban sobre 100. Nos hablaban de la campana de Gaus, donde el grueso de la gente se encontraba con un CI medio mientras que los imbéciles y superdotados eran de los que menos había. Mi clase era especial, porque había muchos más alumnos de la media para abajo que de la media para arriba,  solo tres o cuatro pasaban de 100 (sobre 150), pero había 10 ó 12 que no llegaban a 70. Eramos 50 alumnos y había muchos que sufrían terriblemente por estar en el llamado pelotón de los torpes. Teníamos muy claro que muchos de los que pertenecían a este pelotón no merecían estar ahí, porque incluso sacaban buenas notas en algunas asignaturas. En definitiva, pese a los esfuerzos de nuestros maestros por separarnos intelectualmente, nosotros seguíamos jugando en el patio del recreo con la pelota hecha de un pañuelo relleno de papel y nadie se acordaba de su CI al cabo de un par de días.

Hoy se siguen haciendo test de ineligencia, se sigue midiendo con, espero, mejores criterios. Curiosamente sigue verificándose la campana de Gaus. Tenemos formas más objetivas de estimar el CI dentro de cada grupo de población. Así, se mide también el CI en grupos con Síndrome de Down, resultando que también se verifica la campana de Gaus. Lo sorprendente del asunto es que la población Down con CI más elevado está  por encima de los CI más bajos en población sin SD, aunque la media sea obviamente inferior en los SD. Así no sería difícil encontrar algún Down con un CI superior a algún individuo sin Down.

Sin embargo, a la hora de jugar en el patio de recreo, o en las instituciones oficiales, o en el deporte y el ocio todavía se tiene "in mente" que los Down tienen un CI inferior, y son , por ello deficientes (qué horrible palabro), pero no se dan cuenta que algunos de los individuos que juegan con nuestros niños Down, o los que  no atienden adecuadamente a nuestros niños Down en las ventanillas del banco, o los que no compiten con ellos ni se divierten en común, algunos de estos individuos, digo, estarían encuadrados por mis maestros como pertenecientes al grupo de los imbéciles.

Estamos avanzando mucho día a día, pero aún si vas con tu hijo a poner una carta certificada a correos, el funcionario te dice a tí que pongas el código postal, porque prejuzga que el Down no es capaz. O los echan de una discoteca porque dicen que pueden molestar al resto de la clientela. O les ofrecen en el avión un cuento de Mickey Mouse en lugar del periódico deportivo, aunque tenga barba de tres días. O te dicen que tienes que firmar tú como cotitular en la cuenta corriente de tu hija para sacar dinero del banco, por presuponer que está inhabilitada por defecto, aunque use una 90 de sujetador.

En definitiva, los Down tienen mucho que aprender, y lo están haciendo, lo duro es que tienen que dedicar desde niños, gran cantidad de sus capacidades a aprender conductas y habilidades que el resto de la humanidad "traemos de serie", por eso van un poco por detrás en aprendizaje. Se dice que les cuesta más, es verdad, pero les falta quizás la fase práctica del estudio, la puesta en obra de lo que aprenden, porque la sociedad en la que vivimos les dificulta ejercitar las habilidades adquiridas, y eso retrasa su formación .  Todo el mundo se empeña en querer hacer las cosas por ellos, en no dejarles practicar sus aprendizajes, así no serán nunca capaces de hacer las cosas con naturalidad, porque lo primero es que la sociedad sea natural con ellos, superprotección es lo peor que podemos darles,  esto pasa hasta en nuestras casas a nivel más cotidiano. Recuerdo una mañana cuando yo intentaba ponerle la falda con tirantes del uniforme del cole a Betlem, ella me la quitó de las manos y me dijo muy seria sin mirarme a los ojos: yo puedo, yo sola, y mirándome a los ojos sentenció : SOLA.

 La sociedad debe dejar de mirarse el ombligo, no sea que tiremos de CI y descubramos que el Down al que le dan el cuento en el avión, en realidad lo que le apetece es leer el Financial Times o el Reader Digest y la guapa y apuesta azafata no tenga  ni puñetera idea de lo que es eso.

4 comentarios:

  1. Me parece muy interesante lo que planteas.
    En el pasado se solía definir por medio del CI, el desarrollo de una persona con SD, pero sabemos hoy que esto tiene una valor práctico limitado, dice poca cosa, si es que dice algo....
    dos individuos con el mismo CI,
    uno pueda ser totalmente independiente, llegar a casarse, tener hijos, e
    incluso ser totalmente incluido en el mundo laboral, mientras que el otro necesitaría una supervisión y cuidado constante.
    El camino a recorrer es largo y las piedras en las que tropezaron los que nos precedieron han de servir como lección y aviso, dirigiendo nuestros pasos, de forma que no sean en vano los errores ajenos. La planificación adecuada del trabajo actual con los más pequeños se ha de apoyar, entre otros pilares, debemos dar la dignidad del riesgo a nuestros hijos, y soltar su mano cuándo sea tiempo...
    Irma Iglesias Zuazola
    www.down21-chile.cl

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  2. Mi hija, con siete años, ya ha llegado a hacerse la mochila. ella SOLA, para irse a la excursión del cole... así que a los 18 ni te cuento! Y por supuesto, cuando va a hacer alguna trastadilla que se le pasa por la cabeza, ella se encarga de indicarte que te vayas, que lo va a hacer SOLA. Varias veces ya ha llamado por teléfono y quedado con alguna amiguita, ella SOLA.
    Jjo, una vez más un artículo muy interesante

    PD: Desconozco el CI de mi hija, pero puedo aseurar que se las arregla bastante bien ella SOLA

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  3. CLARO QUE PUEDEN ...SI LES DEJAMOS QUE LO APRENDAN Y QUE LO VAYAN HACIENDO POKITO A POCO

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  4. Dónde estaba esto que no lo había visto antes???. Llevo horas leyendo tu blogg juanjo, y te puedo asegurar que es de lo mejor que he visto, el más natural, desde el conocimiento, sin prejuicios. Realmente me gusta. Veo que últimamente has escrito poco, no nos prives por favor. Gracias mil.

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